Opinión

Los mitos de Cs y su fracaso

Los mitos de Cs y su fracaso

  • El panorama dejado tras estas elecciones provocadas por la ambición de Sánchez y el narcisismo de Rivera nos deja a los pies de secesionistas y populistas.

Acabo de ver en directo a Albert Rivera presentar la dimisión, dejar el acta de diputado y retirarse de la vida pública. No quisiera ser cruel, pero ha sido un discurso demasiado hermoso…

  • En realidad, el artículo que sigue no guarda relación con su dimisión, sino con las condiciones que la han precedido y que han dejado a Cs al borde del abismo.

Todos se sorprenden por el hundimiento de Cs en las urnas. Se ha quedado con 10 diputados (de 57).

  • La imagen de un pavo desplumado en mitad del corral. Nadie acierta a explicar la dimensión de tal derrota, más allá de las veleidades veletas de su líder. Pero existe. Y no viene de ayer, sino de lejos.

No se ha previsto con antelación porque nunca se ha percibido a Cs como realmente es.

  • El mundo del periodismo nunca ha basado sus análisis sobre un Cs real, sino sobre los mitos que ha arrastrado desde su nacimiento.
  • En buena medida, generados por el propio periodismo, tan dado al consumismo partidista y a una cierta frivolidad investigadora.
  • Desvelar esa anomalía nos puede ayudar a comprender por qué Cs ha dejado de ser necesario.

¿Cuáles son esos mitos? Para responder esa pregunta, es preciso saber por qué nació Cs, qué ADN ideológico lo constituyó inicialmente y en qué se ha disuelto y por qué.

  • Contextualicemos. Cs se creó en 2006 por tres ideas básicas: acabar con el nacionalismo obligatorio, defender la libertad lingüística y deshidratar al PSC.
  • Era preciso sustituir a los socialistas catalanes porque su colaboración con el nacionalismo había permitido a éste monopolizar la hegemonía moral, cultural y política de Cataluña. De ahí su poder actual.
  • De fondo estaba la defensa de la nación de todos como espacio del bien común.

Por eso, durante más de veinte años, la Resistencia al nacionalismo que engendraría Cs había surgido de la izquierda castellanohablante y de un inconfesable patriotismo español.

  • Pero cuando surgió Cs, la avalancha inicial de entusiasmos y militancias arrastró todo tipo de voluntades y de hartazgos.
  • De ahí que en el primer congreso se llegara a constituir sobre el mestizaje entre el "socialismo democrático" y el "liberalismo progresista".
  • Con un pacto implícito de imagen progresista y voluntad de transversalidad.
  • La campaña del desnudo de sus primeras elecciones (2006) y la voluntad progresista de su primera Ejecutiva fijó para siempre, como imagen mediática, el carácter socialdemócrata de Cs.
  • ¿Pero era así realmente Cs? ¿Y sus votantes?

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